FMF no sancionará a Roberto ‘Piojo’ Alvarado por incidente con la prensa

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La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) ha decidido no aplicar sanciones al mediocampista de las Chivas del Guadalajara, Roberto 'Piojo' Alvarado.

La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) ha decidido no aplicar sanciones al mediocampista de las Chivas del Guadalajara, Roberto ‘Piojo’ Alvarado, luego de que lanzara un petardo hacia los periodistas que cubrían un entrenamiento de su equipo. A pesar de la controversia generada por este acto, la FMF determinó que el incidente no es susceptible de castigo debido a que ocurrió dentro de las instalaciones del club y no durante un partido oficial avalado por la federación.

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El organismo explicó que, aunque la Comisión Disciplinaria tiene la capacidad de sancionar comportamientos dentro y fuera del campo de juego, el hecho no encuadra dentro del marco reglamentario que ameritaría una penalización. Según las reglas, los incidentes que se producen fuera del contexto de un partido oficial no suelen estar sujetos a medidas disciplinarias, a menos que representen una violación directa al código de ética de la FMF.

A pesar de las expectativas de que podría haber una sanción, sobre todo después de que Alvarado se disculpara públicamente por su comportamiento y afirmara que se trataba de una “broma”, la FMF ha decidido no tomar ninguna acción en su contra. Sin embargo, este incidente ha puesto de nuevo en debate la relación entre los jugadores de fútbol y la prensa en México.

A pesar de la falta de sanciones para Alvarado, su comportamiento ha puesto nuevamente bajo escrutinio la responsabilidad y el profesionalismo de los jugadores de la Liga MX.

FOTO: INTERNET
A pesar de la falta de sanciones para Alvarado, su comportamiento ha puesto nuevamente bajo escrutinio la responsabilidad y el profesionalismo de los jugadores de la Liga MX.

El código de ética de la FMF

Desde la implementación de un nuevo código de ética en julio de 2024, la FMF ha establecido políticas de cero tolerancia hacia conductas que comprometan la integridad y la reputación del fútbol mexicano. Este código busca regular comportamientos no solo en el campo de juego, sino también en situaciones ajenas a los partidos que puedan afectar negativamente la imagen del deporte.

Este reglamento permite sancionar cualquier acto que afecte la integridad del fútbol mexicano, pero la federación consideró que el caso de Alvarado no requería intervención disciplinaria. A pesar de ello, el incidente ha generado incomodidad en los círculos mediáticos y deportivos, recordando otros episodios de tensiones entre jugadores y periodistas.

Agresiones pasadas en la Liga MX

Este incidente no es el primero en el fútbol mexicano que involucra agresiones hacia la prensa. A lo largo de la historia de la Liga MX, han existido varios momentos de fricción entre los medios y los jugadores. En 2003, el famoso futbolista Cuauhtémoc Blanco agredió físicamente a un reportero de televisión. Otro caso sonado fue el de Miguel Herrera, ex director técnico de la selección mexicana, quien en 2015 golpeó a un comentarista, lo que le costó su puesto.

Otro episodio recordado es el del exjugador de América, Carlos Darwin Quintero, quien en un entrenamiento lanzó un balonazo a un reportero de ESPN. Estos incidentes reflejan una tendencia preocupante de tensiones entre los futbolistas y los medios de comunicación.

La FMF determinó que el incidente no es susceptible de castigo debido a que ocurrió dentro de las instalaciones del club.

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La FMF determinó que el incidente no es susceptible de castigo debido a que ocurrió dentro de las instalaciones del club.

Reflexión final

A pesar de la falta de sanciones para Alvarado, su comportamiento ha puesto nuevamente bajo escrutinio la responsabilidad y el profesionalismo de los jugadores de la Liga MX en sus interacciones con la prensa. La FMF ha optado por no penalizar en esta ocasión, pero queda la pregunta de si este tipo de comportamientos podrían sentar precedentes negativos en futuras relaciones entre medios y futbolistas.

Este incidente subraya la importancia de mantener un ambiente de respeto y profesionalismo dentro y fuera del campo, no solo entre los jugadores, sino también en la manera en que estos interactúan con quienes cubren sus actividades deportivas.