¿Por qué el Día del Padre pasa desapercibido? Descubre la verdad detrás de esta celebración
Hogar
En muchos países, el Día del Padre se conmemora cada tercer domingo de junio. Sin embargo, es común notar que esta fecha no tiene el mismo impacto emocional, comercial ni social que el Día de la Madre. ¿Por qué sucede esto? ¿Acaso valoramos menos la figura paterna? En este artículo exploramos las razones culturales, históricas y sociales detrás de esta diferencia.
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Mientras que el Día de la Madre tiene raíces antiguas ligadas a cultos religiosos y fue institucionalizado desde principios del siglo XX en muchos países, el Día del Padre tardó más en consolidarse. La versión moderna comenzó a celebrarse oficialmente en Estados Unidos hasta 1972, casi 60 años después del reconocimiento oficial del Día de la Madre. Esta diferencia histórica influyó en la percepción y arraigo cultural de ambas fechas.

Mientras que el Día de la Madre tiene raíces antiguas ligadas a cultos religiosos y fue institucionalizado desde principios del siglo XX, el Día del Padre tardó más en consolidarse. Foto: Especial
El enfoque emocional y social
Las campañas publicitarias y los mensajes sociales alrededor del Día de la Madre suelen estar cargados de emotividad, resaltando el sacrificio, la ternura y la entrega de las madres. En contraste, el Día del Padre muchas veces se asocia con regalos prácticos o frases graciosas, lo que genera una conexión emocional más débil en el imaginario colectivo.
Además, la figura materna ha sido tradicionalmente vista como el pilar emocional del hogar, mientras que el rol del padre, aunque igualmente importante, ha sido históricamente subestimado o limitado a la función de proveedor. Esto ha contribuido a que la celebración no se viva con la misma intensidad.
Menor impacto comercial
El aspecto económico también influye. El Día de la Madre genera una mayor derrama económica: flores, restaurantes llenos, regalos personalizados y campañas publicitarias masivas. En cambio, el Día del Padre, aunque sí representa un movimiento comercial, no alcanza los mismos niveles de consumo ni de promoción.
Las empresas y marcas tienden a enfocarse más en la madre como “figura de consumo emocional”, lo cual refuerza la visibilidad desigual entre ambas fechas.
Nuevas generaciones y el cambio de roles
Afortunadamente, esto está comenzando a cambiar. Las nuevas generaciones de padres están más involucradas en la crianza y el hogar, y la sociedad ha comenzado a reconocer y valorar su presencia emocional. Poco a poco, el Día del Padre gana significado y profundidad, y muchas familias ya buscan celebrarlo de forma más equitativa.

Poco a poco, el Día del Padre gana significado y profundidad, y muchas familias ya buscan celebrarlo de forma más equitativa. Foto: Especial
Reflexión final
El Día del Padre no es menos importante, simplemente ha sido menos visibilizado. Reconocer su valor no implica restarle mérito a las madres, sino ampliar nuestra visión del amor y la crianza en familia.
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