Por qué olvidamos lo reciente y recordamos lo pasado: la ciencia lo explica
Salud y Belleza
Es común que las personas se enfrenten a la frustrante situación de olvidar eventos recientes, mientras que recuerdan con claridad detalles de su pasado. Esta paradoja tiene una base científica en la manera en que el cerebro procesa y almacena la información. Nuestro cerebro utiliza dos sistemas principales de memoria: la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo.
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La memoria a corto plazo tiene una capacidad limitada, ya que almacena información por un período muy breve, generalmente entre 20 y 30 segundos. En ella se retienen entre 5 y 9 elementos simultáneamente. Este sistema de memoria es el que usamos para recordar información temporal, como un número de teléfono o una lista de compras.
En cambio, la memoria a largo plazo puede almacenar información durante meses, años o incluso toda la vida. Los recuerdos a largo plazo suelen ser aquellos que tienen algún tipo de relevancia personal, emocional o que se han reforzado con el tiempo, como recuerdos de la infancia o eventos importantes.

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La memoria a corto plazo tiene una capacidad limitada, ya que almacena información por un período muy breve.
Factores que contribuyen a olvidar eventos recientes
Uno de los principales factores que contribuyen a olvidar lo reciente es la sobrecarga de información. En la era digital, estamos constantemente expuestos a una enorme cantidad de datos a través de notificaciones, correos electrónicos, redes sociales, y más. Esto sobrecarga nuestra memoria a corto plazo, y si no damos el tiempo suficiente para procesar la información, esta se desvanece rápidamente.
La falta de atención también juega un papel crucial. Cuando estamos distraídos o multitarea, es menos probable que nuestra mente registre adecuadamente lo que estamos haciendo, dificultando que esos recuerdos se transfieran de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
El estrés y la fatiga mental son otros factores importantes. El cortisol, la hormona liberada durante el estrés, interfiere con la formación de nuevos recuerdos. Además, la falta de sueño afecta directamente la consolidación de la memoria, lo que hace que sea más difícil recordar eventos recientes. Por ello, es común que las personas estresadas o fatigadas experimenten olvidos frecuentes sobre lo que hicieron en las últimas horas o días.
En contraste, los recuerdos del pasado suelen ser más fáciles de recordar porque ya han sido almacenados en la memoria a largo plazo. Además, aquellos eventos que tienen una carga emocional significativa, como bodas, graduaciones o viajes, tienden a ser recordados con mayor facilidad.
Las emociones juegan un papel clave en la consolidación de los recuerdos. Cuanto más intensa sea la respuesta emocional a un evento, más probabilidades hay de que este quede grabado en la memoria por más tiempo.
Por otro lado, la nostalgia también refuerza los recuerdos. Cuando las personas reviven mentalmente momentos del pasado, estos recuerdos se refuerzan y se vuelven más vívidos. Este proceso de revivir recuerdos puede ayudar a mantenerlos frescos en la memoria, incluso si ocurrieron hace muchos años.

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La memoria a largo plazo puede almacenar información durante meses, años o incluso toda la vida
¿Cómo mejorar mi memoria a corto plazo?
Para mejorar la capacidad de recordar eventos recientes, existen varias estrategias que pueden ser útiles. Practicar la atención plena (mindfulness), por ejemplo, puede ayudar a entrenar el cerebro para captar mejor la información y mejorar la memoria. Organizar la información de manera lógica también facilita la retención de datos, ya que agrupar las tareas o recuerdos en categorías hace que sea más fácil recordarlos.
El sueño también juega un papel fundamental en la consolidación de la memoria. Durante el sueño, el cerebro procesa la información adquirida durante el día, por lo que dormir bien es crucial para mejorar la memoria a corto plazo. Además, realizar actividades que desafíen al cerebro, como resolver acertijos, leer o aprender algo nuevo, mantiene el cerebro activo y mejora la retención de información.
En resumen, olvidar eventos recientes mientras se recuerdan claramente los eventos pasados es un fenómeno común, que tiene su explicación en la manera en que el cerebro procesa la información. Si bien la sobrecarga de información, la falta de atención y el estrés pueden afectar la memoria a corto plazo, hay estrategias que pueden ayudar a mejorarla y a optimizar el funcionamiento general de la memoria.