¿Cuántos niveles debe tener tu altar de Día de Muertos? Descubre cuál es el ideal

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¿Cuántos niveles debe tener tu altar de Día de Muertos? Descubre cuál es el ideal

 

Al preparar un altar para el Día de Muertos, una de las dudas más comunes es: ¿cuántos niveles debe tener? La respuesta no es única, pero existe una tradición rica en significado que te ayudará a decidir cuál se adapta mejor a tu ofrenda.

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Los dos niveles: lo básico y simbólico

Un altar de dos niveles es una versión sencilla pero cargada de sentido. En esta estructura se representa la tierra y el cielo, es decir, lo mundano y lo divino.

  • El primer nivel hace referencia a la tierra, al mundo de los vivos.
  • El segundo, al cielo o al plano espiritual.
    Esta versión funciona cuando buscas algo más compacto o manejable, pero quieres mantener el significado simbólico.

 

Un altar de dos niveles es una versión sencilla pero cargada de sentido. En esta estructura se representa la tierra y el cielo, es decir, lo mundano y lo divino.

Un altar de dos niveles es una versión sencilla pero cargada de sentido. En esta estructura se representa la tierra y el cielo, es decir, lo mundano y lo divino. Foto: Especial

 

Tres niveles: tierra, purgatorio y cielo

Una opción intermedia es usar tres niveles, donde el segundo representa el purgatorio o plano intermedio entre lo terrenal y lo divino.

  • Nivel 1 = Mundo de los vivos.
  • Nivel 2 = Purgatorio o tránsito.
  • Nivel 3 = Cielo o descanso espiritual.
    Este modelo es ideal si deseas ofrecer una ofrenda más elaborada, pero sin llegar al altar de siete niveles.

Siete niveles: la tradición completa

La versión más tradicional y simbólica contempla siete niveles. En esta estructura cada escalón representa un peldaño que el alma debe atravesar para alcanzar el descanso.

Los elementos suelen distribuirse así:

  1. Tierra (plano de los vivos)
  2. Agua (sede del viaje del alma)
  3. Pan/comida (alimento para la travesía)
  4. Viento (papel picado para la conexión espiritual)
  5. Flores (guía visual y olorosa para el difunto)
  6. Incienso/copál (purificación del espacio)
  7. Luz/velas (guía para el encuentro)

Con este formato, la ofrenda se convierte en un verdadero puente simbólico entre lo terrenal y lo espiritual.

¿Entonces cuál elegir?

Dependerá de:

  • Tu espacio disponible: si es pequeño, dos niveles funcionan; si tienes más espacio, tres o siete.
  • Cuánto deseas profundizar en el simbolismo: más niveles implican más significado.
  • Tus tradiciones familiares o regionales: en algunas zonas se prefiere uno u otro modelo.
    Recuerda que la intención cuenta tanto como la forma. Lo importante es que tu altar refleje el cariño, la memoria y el respeto hacia quienes honras.

 

Una opción intermedia es usar tres niveles, donde el segundo representa el purgatorio o plano intermedio entre lo terrenal y lo divino.

Una opción intermedia es usar tres niveles, donde el segundo representa el purgatorio o plano intermedio entre lo terrenal y lo divino. Foto: Especial

 

Conclusión

En resumen: no hay una única regla rígida, pero sí una guía clara. Puedes optar por dos niveles para algo sencillo, tres para intermedio, o siete para una ofrenda profundamente simbólica. Lo esencial es que cada piso tenga un propósito, cada objeto un significado y cada elemento un homenaje a la memoria.

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