Ozzy Osbourne y la noche en que mordió un murciélago en pleno concierto
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La historia del rock está llena de anécdotas sorprendentes, pero pocas han sido tan polémicas y recordadas como la vez que Ozzy Osbourne mordió un murciélago en el escenario. Este episodio, ocurrido en 1982 durante un concierto en Iowa, se convirtió en una de las imágenes más icónicas y controvertidas de la música.
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La historia del rock está llena de anécdotas sorprendentes, pero pocas han sido tan polémicas y recordadas como la vez que Ozzy Osbourne mordió un murciélago en el escenario. Foto: Especial
¿Cómo sucedió el famoso incidente?
Durante la gira del álbum Diary of a Madman, Ozzy Osbourne ofrecía espectáculos cargados de energía, teatralidad y caos. En uno de sus conciertos, un fan lanzó un murciélago vivo al escenario. Ozzy, pensando que se trataba de un juguete de goma, lo levantó y lo mordió frente a miles de personas. Para sorpresa del músico, el animal estaba vivo y el impacto fue inmediato tanto en el público como en los medios.
Este acto no solo generó críticas, sino que también llevó a Ozzy directamente al hospital, donde tuvo que recibir tratamiento contra la rabia. Desde entonces, el episodio quedó marcado en la memoria colectiva como uno de los momentos más impactantes y extraños en la historia del rock.
¿Por qué marcó un antes y un después?
El hecho de que Ozzy mordiera un murciélago no solo reforzó su fama de “Príncipe de las Tinieblas”, sino que también alimentó la narrativa de excesos y excentricidades que rodeaban al vocalista de Black Sabbath.
- Se convirtió en un mito urbano del rock.
- Consolidó su imagen como un artista impredecible.
- Generó debates sobre los límites del espectáculo en la música en vivo.
Aunque el propio Ozzy ha confesado en múltiples entrevistas que fue un accidente y que jamás lo habría hecho de haber sabido que el murciélago estaba vivo, la anécdota se mantiene como un referente cultural.
La repercusión mediática
Los titulares de la época hicieron eco mundial del incidente. Algunos lo catalogaron como un acto de barbarie, mientras que otros lo vieron como la representación extrema del espíritu rebelde del heavy metal.
Años después, la industria aprovechó la anécdota: incluso la marca de juguetes Funko lanzó una figura de Ozzy sosteniendo un murciélago, demostrando cómo este episodio pasó de la polémica a la cultura pop.
El legado del episodio
Más de cuatro décadas después, aquella mordida sigue siendo un tema recurrente cada vez que se habla de Ozzy Osbourne. No solo es una de las anécdotas más citadas en su carrera, sino también una muestra de cómo un solo instante puede convertirse en leyenda.
El hecho de que Ozzy mordiera un murciélago no solo reforzó su fama de “Príncipe de las Tinieblas”, sino que también alimentó la narrativa de sus excesos y excentricidades. Foto: Especial
Lo sucedido aquella noche no solo marcó su vida personal y artística, sino que reafirmó su lugar en la historia como uno de los músicos más provocadores e inolvidables del rock mundial.
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